Por Megan McQueen
Como madre de adolescentes, me cuesta comprender qué tan conectados están mis hijos. Cuando pienso en lo que espero para ellos —vidas compasivas, curiosas y con relaciones plenas—, me pregunto si el tiempo que pasan frente a las pantallas contribuirá a fomentar estas vidas o se convertirá en un obstáculo. La respuesta no siempre es clara. Al vivir lejos de mi familia, estoy increíblemente agradecida porque la tecnología nos permite mantenernos cerca mediante videollamadas regulares. También veo cuánto tiempo mi familia y yo pasamos conectados y quiero crear más espacio para dedicarles tiempo a pasatiempos lejos de las pantallas. ¿Cómo puedo establecer límites para mis hijos que les ayuden a crear un equilibrio saludable en sus vidas? Recurrí a expertos en busca de consejos.
Continúa leyendo para conocer los hallazgos que me ayudan a pensar sobre este tema.
Está bien poner límites
¡A veces necesitamos que nos recuerden que no hay problema con los límites! Puede que nuestros hijos adolescentes nos rechacen porque nos dicen que sus amigos no tienen las mismas reglas. Recuerda, este es su trabajo ahora mismo. Buscan los límites y tratan de ver hasta dónde pueden ir más allá. Me gusta decirle a mis hijos que los límites son como barandillas. Están ahí para mantenernos seguros. No siempre nos gustan. A veces duelen un poco cuando los sobrepasamos, pero nos protegen. Muchas familias dejaron de lado las reglas sobre el tiempo frente a las pantallas durante el pico de la pandemia. Quizás dependíamos de las pantallas para mantener a nuestros hijos ocupados, para poder completar una tarea del trabajo o tomarnos un descanso. Eso estaba bien entonces, y está bien “reiniciar los patrones familiares” ahora, como dijo Tina Payne Bryson en una charla reciente sobre el apoyo a las familias después de la pandemia. Me gusta invitar a mis hijos a compartir ideas en este proceso para ayudarnos a todos a desarrollar empatía y flexibilidad.
¿Cuándo deberían tener mis hijos un teléfono?
Como era de esperar, no hay una respuesta “correcta” a esta pregunta. Common Sense Media tiene una lista útil de preguntas para considerar al pensar en teléfonos, como: “¿Les beneficiaría socialmente tener fácil acceso a sus amigos?”. Durante la cuarentena, mi hija adolescente nos ayudó a comprarle su teléfono. Todos coincidimos en que poder enviar mensajes de texto a sus amigos era una forma significativa de conectar. Me encanta enviarle un mensaje rápido de ánimo, una ventaja que no consideraba antes de que tuviera su teléfono. Considera cómo y cuándo usará tu hijo la tecnología y establece expectativas. Por ejemplo, usar un reloj para llamar a sus padres durante el día escolar por un desacuerdo en el patio de recreo no está bien, pero enviar un mensaje de texto a sus padres para avisarles que el autobús lleva 30 minutos de retraso sí es útil.
Redes sociales
Muchos pasamos gran parte de nuestro día en diversas aplicaciones de redes sociales. Mientras caminaba con una amiga, hablamos de cómo algunas de nuestras cuentas favoritas de padres nos entretienen y nos enseñan qué comportamiento se espera de nuestros hijos. Sentimos alivio cuando escuchamos a otros niños decir lo mismo que los nuestros. Las redes sociales pueden ayudarnos a conectar con otras personas de nuestra comunidad: nuestros amigos locales y nuestros grupos de identidad. ¡Qué importante es que los adolescentes puedan encontrar un grupo LGBTQ2SIA+ en línea si no tienen uno local! Y sabemos que las redes sociales pueden ser perjudiciales para los adolescentes, especialmente para las chicas. Limitar el tiempo es útil; los desarrolladores de aplicaciones intentan mantenernos conectados. Puedes considerar sentarte con tus hijos cuando estés en línea y hablar sobre a quién eligen seguir y los algoritmos en juego. Como escribe Liz Gumbinner, incluir “charlas tecnológicas” en nuestras conversaciones con nuestros hijos es crucial para que puedan reflexionar sobre cómo invierten su tiempo. Incluso existen hojas de trabajo para ayudarnos a analizar nuestro uso de las redes sociales y a etiquetar nuestros sentimientos.
Contenido para adultos
A muchos padres les preocupa que sus hijos accedan a sitios inapropiados en línea. Los preadolescentes y adolescentes sienten curiosidad por el sexo y pueden encontrarse accidentalmente con imágenes para adultos cuando buscan respuestas a sus preguntas. Recuerda a tus hijos que acudan a ti o a otra persona adulta de confianza para aclarar lo que escuchan de sus amigos. Comparte con tus hijos sitios web confiables que les ayuden a obtener la información necesaria para evitar búsquedas aleatorias. También puedes hablar con ellos sobre cómo reaccionar cuando ven pornografía. Sus amigos pueden mostrarles videos cuando pasan tiempo juntos. La Dra. Lisa Amour habla de esto en su podcast. Ella comenta que tus hijos pueden ver cosas confusas. A veces, sus cuerpos reaccionan con entusiasmo a lo que ven, pero lógicamente, les parece violento o incorrecto. Podemos ayudarlos a crear una frase para que salgan de esa situación, como: “No quiero ver esto, juguemos videojuegos”. Hablar juntos sobre pornografía en línea es una oportunidad perfecta para compartir los valores familiares sobre el sexo y las relaciones saludables.
Modela lo que quieres ver
Intenta seguir los límites que les estableces a tus hijos. Considera activar el modo de concentración, las aplicaciones SelfControl (Apple) o ColdTurkey (PC) para ayudarte a ti y a tu familia a mantenerse concentrados. Si pides que no se usen los teléfonos en la cena, incluye el tuyo. Mi hija adolescente no tiene el teléfono en su habitación por la noche. Enseguida me señaló que usaba el mío como despertador. Ahora lo enchufo junto al suyo en la cocina y uso un despertador aparte. En lugar de mirar el móvil, me concentro en cómo quiero pasar el tiempo. Prefiero leer, conversar con amistades o disfrutar en familia antes que pasar demasiado tiempo frente a una pantalla. Cuando analizo honestamente el uso que hago de la pantalla, me doy cuenta de cuánto tiempo he desperdiciado. Pensar en las cosas a las que les puedo decir “sí” cuando le digo “no” a las pantallas me ayuda.
Reconocer que la tecnología puede ser útil y arriesgada crea un punto de partida más amable para las conversaciones con mi familia. Mis hijos quieren conectarse con sus amigos y explorar en línea de forma independiente, y quiero mantenerlos seguros y crear hábitos saludables. Podemos satisfacer todas estas necesidades si hablamos con honestidad y desarrollamos planes juntos.
Recursos
(enlaces disponibles solo en inglés)
The Art of Screen Time por Anya Kamanetz
Digital Minimalism por Cal Newport
First Phone por Catherine Pearlman (un libro para niños y preadolescentes)
Screen Time: The Impact on Kids and Parenting (Psychology Today)
The Screentime Solution por Emily Cherkin
Screenwise por Devorah Heitner
Por Megan McQueen.
Traducción al español por Dr. J Senior Consulting, LLC
Megan McQueen es una cariñosa maestra, entrenadora, consultora y escritora. Basa su trabajo en la educación empática, para lo cual imparte un fuerte sentido de comunidad y habilidades sociales a aquellos con quienes trabaja. Megan prioriza el aprendizaje emocional y las habilidades de resolución de problemas. Cuando no está trabajando, lo más probable es que esté jugando con su esposo, sus dos hijos y su perrito.
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