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Para educadores de padres: Ser padre

Por Megan McQueen

Educadores sobre crianza de niños, tenemos un problema de género. Nosotros no creamos este problema, pero podemos ayudar a cambiar nuestras clases y nuestros materiales para que sean más inclusivos. Necesitamos incluir a los padres cuando pensamos en la crianza de los niños. En mis círculos sociales, generalmente veo que son las madres las que llevan la pesada carga del trabajo, la investigación y la educación en relación con el cuidado de los hijos. Me pregunté a mí misma y pregunté a mis amigos y a sus parejas por qué pensamos que existen estos patrones y por qué los perpetuamos. Las respuestas que recibí fueron reflexivas, frustrantes y modestas. Debemos esforzarnos más para incluir a los padres.

Importante: Usé el término “padres” a falta de una mejor expresión. En este ensayo, pienso en los hombres que crían a sus hijos, pero también en cuidadores de otros géneros que no se identifican con el término “madre”.

Adaptar los recursos sobre crianza de los niños

La profesora de psicología aplicada, Catherine Tamis-LeMonda, Ph.D., afirma que: “Tendemos a sostener la narrativa de que la crianza de los hijos está dentro del dominio de la madre y que la mamá lo hace mejor que el papá… Las opiniones que los hombres tienen de ellos mismos como posibles cuidadores no solo están bloqueadas por constructos culturales, sino también por ideas internalizadas acerca de la masculinidad”.

Ayudemos a nuestras familias a verse reflejadas en la vida familiar. Tenemos un montón de clases sobre “mamá y yo”, en las que los padres podrían sentirse marginados. Cambiemos la descripción a “mi bebé y yo” o “mi hijo pequeño y yo” y, automáticamente, otros cuidadores se sentirán bienvenidos. Al hacer esto, también nos enfocamos en los niños. Podemos alterar una narrativa de la crianza determinada por el género haciendo estos cambios sutiles. Compartamos modelos de roles de cuidadores de todos los géneros en nuestras clases para que todas las personas se sientan reflejadas y ampliemos nuestros modelos mentales con respecto a la crianza de los hijos. Podemos poner en contacto nuestros cursos con un evento divertido para los niños. Cuando los niños quieren asistir, es más fácil que las madres y los padres digan “sí”.

Incluir a los padres en el desarrollo de la comunidad

Busquen maneras de combinar las reuniones para que todas las personas se sientan incluidas. Los padres pueden relacionarse en lugar de sentarse en un rincón. Podemos planificar maneras de relacionarnos mientras comienza la clase, para que las personas hablen entre ellas. Podríamos organizar los lugares para que todos sientan que pertenecen y dejen de deambular por el salón preguntándose con quién sentarse. Abordar las emociones y hablar sobre ellas durante la clase puede ayudar a tirar abajo las barreras sociales que afirman que los hombres no deben hablar de sus sentimientos. Nuestras clases pueden ser lugares seguros donde todos los cuidadores puedan procesar sus emociones. También pueden considerar la posibilidad de sumar un “grupo de apoyo informal para papás” para ayudar a los padres a relacionarse entre ellos. Ayuden a los papás a crear redes de pares o programas de orientación.

Ayudar a los papás a sentirse valorados

Los medios de comunicación populares generalmente subestiman a los padres y los muestran como incompetentes. Asegúrense de interrumpir cuando escuchen a alguien usar lenguaje estereotipado. Los papás no son niñeras. La antropóloga evolucionista, Anna Machin escribe que: “​​los papás son los padres de la resiliencia y están perfectamente posicionados para enseñar a sus hijos acerca del desafío, el riesgo y el fracaso. Esto significa que los papás pueden tener un impacto positivo directo en la calidad de la salud mental de sus hijos”. Ayudemos a las familias a salir de los roles de género y a crear sistemas que respondan mejor a sus necesidades.

Ser conscientes de las barreras

Jordan Shapiro, Ph.D., escribe que necesitamos “identificar, cuestionar y luego reestructurar las narrativas problemáticas e injustas” para poder construir una sociedad más equitativa. A veces, barreras simples como las limitaciones en el transporte y el cuidado de los niños pueden impedir que los cuidadores asistan a las clases sobre crianza. ¿Cómo podemos prever esas necesidades y ofrecer soluciones?

Muchos papás sienten la presión de mantener económicamente a sus familias. Puede ser útil proporcionar información sobre capacitación laboral, obtención de un diploma de preparatoria y educación superior. Podemos ser creativos con respecto a los lugares donde se ofrecen nuestras clases. ¿Están cerca de un recorrido de autobús principal? ¿Se puede llegar a ellos en bicicleta?

También debemos examinar posibles prejuicios en nosotros mismos y en nuestros programas contra los cuidadores que no son madres, y abrazar la interseccionalidad de identidades. Muchos cuidadores sienten que no son bienvenidos si no responden a un estereotipo de mujer blanca de clase media y físicamente capaz. ¿Cómo podemos derribar estas representaciones mentales en nosotros mismos y en nuestras comunidades? ¿Cómo podemos asegurarnos de que nuestras clases y nuestros materiales respeten y valoren las múltiples identidades? Piensen maneras de invitar a todos los géneros a solicitar trabajo como colegas.

Estas sugerencias no son suficientes para desmantelar las barreras sociales, pero pueden ayudar. Podemos y debemos cambiar aquello sobre lo que tenemos control e influencia. Podemos abogar por políticas para toda la familia en nuestras comunidades, reducir la carga de las madres y eliminar las barreras para otros cuidadores a fin de beneficiar a los niños y a la sociedad.

Libros y recursos

Being Invisible de Kenny Harry

Pódcast The Company of Dads

Father Figure de Jordan Shapiro

Fatherhood by Papa B de Bode Aboderin

Wisconsin Fatherhood Needs Assessment


Megan McQueen es una cariñosa maestra, entrenadora, consultora y escritora. Basa su trabajo en la educación empática, para lo cual imparte un fuerte sentido de comunidad y habilidades sociales a aquellos con quienes trabaja. Megan prioriza el aprendizaje emocional y las habilidades de resolución de problemas. Cuando no está trabajando, lo más probable es que esté jugando con su esposo, sus dos hijos y su perrito.

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