Categories
Español

Ayudar a los niños con dificultades de comportamiento

Uff, la temida llamada telefónica de la escuela. El maestro de su hijo(a) llama otra vez para informarle que su hijo(a) tuvo un mal comportamiento durante la jornada escolar. No solo es frustrante su comportamiento en casa, sino también en la escuela. No importa lo que usted intente, su hijo(a) sigue comportándose mal. ¿Qué está pasando? ¿Cómo puede ayudar? Los niños pasan por etapas de desarrollo de travesuras y dificultades con la independencia, pero, ¿cómo puede usted ayudarles?

Siga leyendo para encontrar métodos respaldados por las investigaciones que pueden apoyar a su hijo(a) y a su familia.

Entienda los orígenes

Todos los niños pondrán a prueba los límites y necesitarán ayuda adicional durante las transiciones significativas. Cuando mis hijos regresaron a la escuela en el otoño, mi pareja y yo tuvimos que recordar que iban a estar cansados, abrumados, ansiosos, hambrientos y más. Necesitábamos esperar grandes sentimientos de su parte y ayudar a crear un lugar suave para aterrizar en el hogar con algunas cosas que pudieran esperar después de clases.

No hay “niños malos” o “niños buenos”. Todos estamos haciendo lo mejor que podemos con las habilidades que tenemos. Todos cometemos errores, especialmente cuando estamos cansados, hambrientos y estresados. Descarte primero estos factores y desarrolle rutinas de alimentación y de sueño para mantener saludable a su hijo(a). Si su familia tiene condiciones estresantes (por ejemplo, problemas de salud, una mudanza u otros cambios significativos), haga lo posible para proteger a su hijo(a). Recuérdele que los adultos están haciendo todo lo posible para proteger a todos y que estará bien.

A veces, la neurodiversidad puede retar a los niños a cumplir con las expectativas de la sociedad. Desarrollar habilidades de autorregulación puede beneficiar a los niños, especialmente aquellos con trastorno por déficit de atención con hiperactividad, comenta Russell Barkley. Si su hijo(a) tiene una discapacidad de cualquier tipo, hable con sus proveedores de atención para averiguar si sus comportamientos están conectados y cuál es la mejor forma de apoyarlo(a).

Enseñe las habilidades

A veces, asumimos que nuestros hijos deben saber qué hacer en una situación, pero nunca se los dijimos. Podría ser útil pensar por adelantado y preparar a nuestros hijos para nuestras expectativas. Podríamos decirles a los niños en edad preescolar: “Tu amiga va a venir a jugar. Cuando venga, será divertido jugar juntas. ¿Hay algún juguete demasiado especial para compartir que deberíamos guardar? Cuando tu amiga quiera jugar con tus otros juguetes, puedes decir: ‘¡Está bien!'”. Los niños más grandes podrían necesitar una plática breve para compartir las expectativas que usted tiene: “Mientras estamos en la casa de tu abuelita, mantén apagado tu teléfono. Quiere pasar tiempo con nosotros y se va a ofender si estamos viendo nuestros teléfonos. Tal vez podemos jugar a las cartas juntos”.

Busque lo bueno

Elogiar lo que usted aprecia y describir y ser transparente puede ayudar a su hijo(a) a saber que usted es una persona alentadora, dice la doctora en psicología Lindsay Gerber. Podría decirle a un adolescente: “Estás siendo honesto conmigo y agradezco eso. Hablemos sobre ajustar la hora en que te pedí que llegaras a casa”. Un niño más pequeño se siente visto cuando usted dice: “Te acercaste en cuanto te pedí que dejaras el área de juegos. ¡Gracias!”. Pasar tiempo juntos también puede ayudar a su hijo(a) a sentirse conectado(a) y dispuesto(a) a trabajar con usted en lugar de trabajar en su contra. Cuando una de mis hijas estaba pasando por una etapa difícil, yo me despertaba 10 minutos más temprano para iniciar nuestro día acurrucadas y ayudarle a sentirse amada. ¡Me sorprendió la diferencia que hizo en nuestros días!

Expectativas constantes: si su hijo(a) tiene dificultades en la escuela, podría ser útil hablar con sus maestros. Las familias y los maestros pueden colaborar para encontrar algunas habilidades principales en las que trabajar juntos. Usar lenguaje y estrategias similares puede ser útil. Los educadores tienen buenas perspectivas sobre qué es típico y cómo apoyar opciones más beneficiosas. Si la crianza conjunta es un obstáculo para la consistencia, explíquele a su hijo(a) que las reglas en su hogar son diferentes a las del hogar del otro padre o madre. Establecer límites puede ser útil. Los profesionales (pediatras, educadores, consejeros) pueden ayudarle a crear límites adecuados a la edad. Las rutinas también pueden prevenir la dificultades. Si los hermanos saben que deben tomar turnos para elegir qué jugar, esto puede reducir las peleas, por ejemplo.

En el momento

Usted conoce mejor que nadie a su hijo y lo que ha funcionado. No podemos razonar con los niños cuando están en plena crisis. Por lo tanto, nuestro trabajo es asegurarnos de que estén seguros. Una vez que haya pasado el punto más alto del berrinche, podemos trabajar con ellos. Si podemos permanecer tranquilos y ayudar a regular en conjunto con nuestros hijos, esto casi siempre los ayudará si lo pueden recibir. Podemos usar técnicas calmantes que nuestros hijos pueden copiar: respiraciones profundas, recostarse, beber agua, caminar, palmadas rítmicas en la espalda: todas estas son formas comprobadas por la investigación para autocalmarnos. Con los niños más grandes, podemos preguntarles qué se siente mejor. El Dr. Vasco Lopes dice, “Al reforzar positivamente el cumplimiento y las respuestas adecuadas a la frustración, les está enseñando habilidades y, como no es posible cumplir con una orden y hacer un berrinche al mismo tiempo, reduciendo simultáneamente ese comportamiento de berrinche agresivo y desafiante”.

Podemos tener grandes planes para reaccionar con gentileza a los berrinches de nuestros hijos. Pensar en nuevos patrones para nosotros mismos puede ser difícil cuando estamos cansados o estresados. Sea amable y compasivo(a) consigo mismo(a) cuando reaccione de una forma que no quería. ¡Cambiar nuestros hábitos es trabajo duro! Siempre puede pedirle disculpas a su hijo(a) y reparar la relación. También podemos hacer todo “correctamente” y nuestros hijos de todos modos harán un berrinche. Los berrinches no son necesariamente un reflejo de usted ni de su forma de crianza. Nuestros hijos tienen días difíciles y no siempre tienen los recursos para navegarlos.

Siempre podemos corregir el rumbo. Hacer ajustes pequeños a nuestros patrones familiares puede mantenernos más cerca de relaciones amorosas y auténticas.

Recursos

Child Mind Institute: Behavior Problems

Libros de Julia Cook (variedad de temas específicos)

Lives in the Balance

Mindful Kids (tarjetas) de Whitney Stewart

There’s Got to Be a Better Way! de la Dra. Becky Bailey (para adultos)


Por Megan McQueen. Traducción al español por IRCO’s International Language Bank.

Megan McQueen es una cariñosa maestra, entrenadora, consultora y escritora. Basa su trabajo en la educación empática, para lo cual imparte un fuerte sentido de comunidad y habilidades sociales a aquellos con quienes trabaja. Megan prioriza el aprendizaje emocional y las habilidades de resolución de problemas. Cuando no está trabajando, lo más probable es que esté jugando con su esposo, sus dos hijos y su perrito.

¡Lea y obtenga más información sobre Oregon Parenting Education Collaborative en nuestro blog.

Print Friendly, PDF & Email