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La crianza en verano

Por Megan McQueen.


Para muchas familias, la crianza de los hijos en verano tiene una onda totalmente diferente. Nuestros hijos quieren que el verano sea épico y sin preocupaciones. Necesitamos que estén atendidos y ocupados para poder continuar con nuestro trabajo. A veces, me siento como el director de un crucero, tratando de convencer a mis hijos de que hagan actividades. Las alternativas para los campamentos de día son limitadas porque la inscripción a estos se llenó antes de que pudiera anotar a mis hijos, y los costos se acumulan rápidamente. Cuando era niño, no recuerdo haber participado en actividades todo el verano. Tenía días largos ante mí, llenos de… nada. ¿Cómo puedo encontrar el equilibrio para mi familia? Recurrí a algunos de mis expertos favoritos en crianza de niños, en busca de ayuda.

Los niños pequeños probablemente se beneficiarán de las guarderías y de rutinas estables, siempre que sea posible. Su familia tendrá que salir a trabajar, y, como todos sabemos, es un desafío poder trabajar teniendo que cuidar de niños pequeños. Si tiene hijos mayores en casa, siga leyendo para que pueda relajar su mente.

¡Diviértanse!

Sí, necesitamos mantener a nuestros hijos ocupados en los meses de verano, pero tenemos una cantidad limitada de veranos con nuestros hijos, ¡así que debemos asegurarnos de disfrutar los momentos que pasamos juntos!

Whitney Fleming escribe sobre cómo equilibrar la lista de quehaceres de nuestros preadolescentes y adolescentes, con actividades de diversión en el verano. Agregué algunas de sus ideas a nuestro calendario familiar, como ir en bicicleta al mercado de agricultores para comprar refrigerios, pasear en canoas y abastecer nuestro congelador con paletas de hielo. Whitney explica que nuestros hijos (y nosotros) hemos pasado por unos años bastante estresantes últimamente. Cuando jugamos juntos, estamos construyendo resiliencia y conexiones, y posiblemente estamos reduciendo el nivel de ansiedad y depresión, que recientemente se ha multiplicado. Ya no necesito que me convenzan más.

La red nacional contra el estrés traumático infantil, National Child Traumatic Stress Network, creó una lista de actividades para compartir con los niños, cuando necesitamos sugerencias. Algunas de ellas incluyen pantallas (ver cámaras en vivo de los parques nacionales, por ejemplo), pero la mayoría de las ideas incluyen desconectarnos y hacen falta pocos suministros o ninguno.

Cree una estructura

También sabemos que la mayoría de nosotros prosperamos con algunas rutinas y estructuras. Después de un año pesado en la escuela, mi hijo adolescente quiere “no hacer nada” este verano. Entiendo el atractivo, pero forcejeo con la idea de tener que luchar para que se levante de la cama cada mañana.

Tendremos una conversación sobre el equilibrio de nuestras expectativas para los días de verano. Quiero que mi hijo adolescente tenga tiempo libre, y quiero que se mantenga activo.

Seguiré teniendo la expectativa de que mis hijos colaboren con nuestros quehaceres. Pasearemos en bicicleta y saldremos de excursión juntos. Este verano cuidarán de algunos niños y trabajaremos juntos para crear un programa de trabajo voluntario u otras tareas para mantenerlos entretenidos y en movimiento. Espero ayudar a mis hijos preadolescente y adolescente a encontrar oportunidades para dar clases particulares, ayudar a los vecinos mayores o trabajar medio tiempo en campamentos. Las bibliotecas a menudo incluyen eventos de verano para mantener a los niños ocupados. También puede considerar cómo controlar el tiempo frente a las pantallas. Antes, exigía que mis hijos estuvieran listos para comenzar el día (debían estar vestidos, haber desayunado, haberse cepillados los dientes, etc.) y haber completado una tarea, antes de poder estar frente a una pantalla. A esta ecuación también le agregaría un cronómetro, para que mis hijos sepan cuándo deben desconectarse.

Considere lo siguiente

La Dra. Lisa Damour sugirió recientemente en su pódcast recomendar a nuestros hijos a aprender algo nuevo, a tomar algunos riesgos saludables y a comprometerse con actos de servicio este verano.

Recuerdo los primeros días de la pandemia, cuando noté que mis hijos se sentían un poco desamparados. Estaban interesados en los perezosos, así que hicimos una investigación rápida, y decidieron donar dinero a un santuario para perezosos. Exploramos algunas ideas sobre cómo podrían aumentar la donación a través de una recaudación de fondos. Mis hijos optaron por crear tarjetas de saludos en acuarela, que entregarían a cambio de las donaciones. Nos impactó la cantidad total que pudieron donar con este esfuerzo y generosidad. Incluso, lo que es aún más importante, me di cuenta de que mis hijos parecían empoderados por sus acciones y su capacidad de ayudar.

Aprendizaje

Intento tener un proyecto o dos en la manga durante el verano. A veces, parece demasiado durante el año escolar para tener conversaciones serias. Pero los meses de verano traen consigo una oportunidad para el pasar el tiempo. Podríamos tener conversaciones de repaso sobre la sexualidad, las bebidas y las drogas. Podemos profundizar en el aprendizaje de la equidad racial y ver algunos documentales juntos. Podemos enfocarnos en aumentar la resistencia. Busque entre los intereses de sus hijos para guiarse.

Aburrimiento

Está bien —incluso es saludable que nos aburramos de vez en cuando. La creatividad prospera en momentos como estos. Me da mucha nostalgia sentir aburrimiento. ¡No se asuste si sus hijos se quejan porque están aburridos! Juntos, pueden buscar un frasco y llenarlo de papelitos con ideas de actividades divertidas para hacer en el verano. Cuando el aburrimiento los aceche, ellos pueden sacar una idea del frasco; quizás les toque observar las formas de las nubes, ir en bicicleta hasta la heladería o jugar a un juego de mesa. Kate Pocock sugiere que debemos organizar un tercio (⅓) del verano, un tercio debe quedar libre para que los adolescentes tengan que decidir qué hacer por su cuenta, y un tercio debería dedicarse a pasar tiempo en familia.

Espero que usted y su familia compartan un verano repleto de aventuras divertidas, grandes y pequeñas, tengan los dedos pegajosos de melocotones perfectamente maduros, y tengan el tiempo suficiente como para aburrirse.


Megan McQueen es una cariñosa maestra, entrenadora, consultora y escritora. Basa su trabajo en la educación empática, para lo cual imparte un fuerte sentido de comunidad y habilidades sociales a aquellos con quienes trabaja. Megan prioriza el aprendizaje emocional y las habilidades de resolución de problemas. Cuando no está trabajando, lo más probable es que esté jugando con su esposo, sus dos hijos y su perrito.

Aprenda más sobre la Oregon Parenting Education Collaborative y lea nuestro blog.

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