Enseñar a nuestros hijos a navegar por el mundo digital es cada vez más crucial. Pero ¿cuáles son las mejores estrategias para lograrlo? ¿Cómo podemos establecer límites saludables y mantener relaciones sanas con nuestros hijos?
Aunque a veces parezca que estamos luchando contra las pantallas, existen estrategias socioemocionales que podemos usar para apoyar las habilidades digitales de nuestros hijos y prepararlos para el éxito en el futuro.
Fomentar el pensamiento crítico
Apoyar la curiosidad y el cuestionamiento de los niños beneficia sus habilidades de razonamiento digital al fortalecer sus “músculos” del pensamiento. Evan Orticio sugiere en Scientific American que cuando los niños nos hacen preguntas, a veces podemos responder con: “Buena pregunta, ¿qué opinas? ¿Qué te hace pensar eso? ¿Cómo podemos averiguar qué es lo correcto?”. Experimentar el proceso de pensamiento detrás de estas preguntas es un hábito que necesitan mientras navegan por la información en línea.
Conversar con nuestras familias sobre situaciones en las que tuvimos que cambiar nuestra perspectiva también es un modelo útil. Es conmovedor compartir que incluso los adultos siempre estamos aprendiendo y revisando nuestra comprensión de un tema o asunto con mejor información.
El debate sobre la desinformación
La desinformación, o información falsa o inexacta, puede impulsarnos a reflexionar más sobre qué es cierto y cómo lo sabemos. Por ejemplo, hace poco trabajé con un pequeño grupo de estudiantes de segundo de primaria y buscamos en línea información sobre selvas tropicales. Encima de los enlaces a los sitios web había una respuesta de inteligencia artificial (IA). Les expliqué que la respuesta de IA recopila información de diversas fuentes de internet, pero que debemos comprobar la respuesta con fuentes fiables.
Después de encontrar la información que buscábamos en National Geographic, revisamos la respuesta de IA y los estudiantes notaron algo muy importante: respondía a una pregunta similar, pero no la misma, y si no hubiéramos verificado nuestra información, podríamos haber creído información incorrecta.
Los niños mayores (y los adultos) pueden beneficiarse de la lectura lateral, una de las habilidades que se enseñan en Razonamiento Cívico en Línea que nos ayuda a contrastar la información que encontramos en línea. Cuando nuestros hijos comparten algo que han aprendido, es un hábito útil preguntarles sobre la fuente de la información para que empiecen a hacerse la misma pregunta.
Contenido inapropiado
El internet puede ser una fuente increíble de información, pero no toda es lo que queremos que nuestros hijos vean. Por ejemplo, los niños están expuestos a la pornografía a edades más tempranas de lo que la mayoría de los padres imaginan. Hablar de esto con nuestros hijos puede resultar incómodo y aterrador, pero estas conversaciones son necesarias. Queremos que nuestros hijos recurran a nosotros cuando se encuentren con experiencias incómodas, y esta no es la excepción.
Decirles a los niños que no nos enojaremos con ellos, sino que queremos apoyarlos, puede ser un mensaje esencial, escribe la Dra. Perri Klass para The New York Times. Anima a los niños a prestar atención a cómo alguien o algo los hace sentir, ya que eso puede ser una guía importante para comprender qué contenido puede ser inapropiado.
Hace poco escuché a un adolescente apagar un programa de televisión y decir: “¡Qué asco! No me gusta esto. Veamos otra cosa”. La asertividad y la capacidad de responder a sus sentimientos los ayudarán a superar situaciones incómodas, tanto en línea como en persona.
Levantando el telón
Todos merecemos conocer las motivaciones y quién está detrás de lo que consumimos en línea. Comprender que las empresas lucran con el descontento del consumidor podría motivar a los niños a interactuar de forma más crítica con el contenido en línea, o incluso a elegir una actividad fuera de línea.
Por ejemplo, muchas publicaciones en redes sociales, consciente o inconscientemente, popularizan los trastornos alimenticios. Incluso si el contenido parece estar en contra de los trastornos alimenticios, los videos “paradójicamente llevan a los usuarios a emular estos comportamientos ‘culpables'” (Logrieco et al., 2021). Es importante comprender que el motivo implícito de ese tipo de contenido puede que no sea brindar información precisa sobre nutrición o salud, sino aumentar la participación y las ganancias del contenido para el beneficio personal del creador.
Busca oportunidades para sentarte junto a tus hijos cuando estén en línea y señala cuando vean este tipo de contenido. A menudo, navegamos sin pensar en las redes sociales sin considerar cómo nos sentimos al ver el contenido. Puedes modelar ese diálogo interno.
“Sé que este video parece saludable, pero cuando lo ví, me sentí mal conmigo y culpable por lo que comí hoy. Aunque no sea lo que la persona pretendía, no me hace sentir bien. Voy a dejar de seguirle.”
Explicar cómo los creadores de contenido y aplicaciones como Instagram o TikTok quieren mantenernos conectados y hasta dónde están dispuestos a llegar para lograrlo ayudará a los niños a reflexionar profundamente sobre cómo invierten su tiempo. ¿Las empresas a las que apoyan (con tiempo o dinero) representan sus valores?
Recursos
(enlaces disponibles solo en inglés)
Civic Online Reasoning currículo que enseña cómo evaluar información en línea
CultureReframed parent courses para ayudar a los jóvenes a navegar medios hipersexualizados
SafetyNet trainings en inglés y español
Can You Believe It? por Joyce Grant, ilustrado por Kathleen Marcotte
Killer Underwear Invasion! How to spot fake news, disinformation, and conspiracy theories por Elise Gravel
Por Megan McQueen.
Traducción al español por Dr. J Senior Consulting, LLC
Megan McQueen es una cariñosa maestra, entrenadora, consultora y escritora. Basa su trabajo en la educación empática, para lo cual imparte un fuerte sentido de comunidad y habilidades sociales a aquellos con quienes trabaja. Megan prioriza el aprendizaje emocional y las habilidades de resolución de problemas. Cuando no está trabajando, lo más probable es que esté jugando con su esposo, sus dos hijos y su perrito.
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