Puede que haya escuchado que la primera infancia es una etapa de un extraordinario desarrollo del cerebro. First Things First comparte que “El 90 % del crecimiento del cerebro ocurre antes del kindergarten. Al momento de nacer, el cerebro de un bebé promedio es de aproximadamente un cuarto del tamaño del cerebro adulto promedio. Increíblemente, este duplica su tamaño durante el primer año. Sigue creciendo hasta aproximadamente el 80 % del tamaño adulto a los 3 años de edad y el 90 % —casi completamente desarrollado— a los 5 años”. ¡Puede ver prácticamente a su hijo(a) volviéndose más inteligente cada día! Sin embargo, como cuidadores, ¿cómo podemos apoyar este crecimiento de la mejor forma? No podemos tener conversaciones brillantes con un niño pequeño que apenas puede decir oraciones.
Así, que, ¿qué debemos hacer? Aprendamos algunas formas fáciles de apoyar el desarrollo del cerebro de nuestros niños pequeños que todos podemos disfrutar; no es necesario comprar nada y no hay presión para hacer que cada segundo cuente. Hacemos lo que podemos hacer, cuando podemos hacerlo.
Servicio y devolución
Antes de que los bebés puedan hablar, aprenden el arte de la conversación. Cuando hacen un sonido, sus cuidadores responden. Cuando lloran, pueden recibir un toque calmante y palabras reconfortantes para calmarlos o solucionar sus dificultades. Cuando los bebés sonríen y se ríen, les encantan las grandes reacciones que reciben de todos los que los rodean. Giran hacia el sonido de las voces familiares y aprenden a tomar turnos en una conversación. Hacen gorgoritos y nosotros respondemos: “¡Cuéntamelo todo!”, luego hacen más gorgoritos y conversamos. Están haciendo lo que pueden para platicar con nosotros.
El Centro de Desarrollo Infantil en Harvard le llama a esto “servicio y devolución“, como un juego de tenis o ping-pong. Podemos alentar esta “conversación” mostrando interés en sus acciones. También estamos ayudando a los niños a desarrollar su vocabulario cuando identificamos cosas que les interesan (“¿Crees que deberíamos comprar estas manzanas amarillas?”). La Dra. Pamela High de la Academia Estadounidense de Pediatría dice que, “Entre más palabras haya en el mundo lingüístico de los niños, más palabras aprenderán, y cuanto más sólidas sean sus habilidades lingüísticas al momento de llegar al kindergarten, estarán más preparados para poder leer y, cuanto mejor lean, tendrán más probabilidades de graduarse de la preparatoria”.
Juego
Los niños pequeños juegan con su entorno de manera natural. Podemos apoyar esto al brindar muchas formas abiertas de jugar. Materiales como bloques, bufandas, muñecas y objetos para adultos a la medida de los niños (como carritos del supermercado, escobas, etc.) son todas formas increíbles en que los niños pueden desarrollar su pensamiento mientras juegan con ellos. Podemos ayudarles a procesar los sentimientos a través de las marionetas y los muñecos. La conversación, mientras juegan juntos, desarrolla el juego imaginativo y el vocabulario.
La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda limitar el tiempo de pantalla (para los niños menores de 18 meses, se recomienda no usar los medios de pantalla más allá de los llamadas por video) para maximizar la conexión y el aprendizaje práctico de los niños pequeños. First Things First ha creado un video divertido para compartir consejos útiles sobre cómo interactuar con los bebés o niños pequeños no verbales durante el juego para desarrollar las conexiones. Jugar juegos como “cucu-aquí está”/“te veo, no te veo” es una forma divertida de hacer reír a su bebé. También está ayudando a desarrollar las vías cerebrales conforme los bebés aprenden sobre la permanencia de objetos y miden su reacción a las “conversaciones de “servicio y devolución”.
Leer libros
Puede parecer tonto leerle libros a un bebé pequeño, pero los pediatras y educadores están de acuerdo en que leer beneficia incluso a los bebés más jóvenes y les ayuda a desarrollar un vínculo con usted. Acurrucarse para leer juntos es una de las mejores formas de inculcar el amor por la lectura en los niños. Estos relacionan los libros con la conexión, la alegría y la aventura. “Cada vez que les leemos a los niños, estamos enviando un mensaje de ‘placer’ a sus cerebros”, indica Jim Trelease en The Read-Aloud Handbook (Manual de la lectura en voz alta). “Podríamos incluso llamarlo un comercial que condiciona a los niños a asociar los libros y los medios impresos con el placer”.
También les estamos ofreciendo a nuestros hijos un vistazo a otros mundos. Leer en voz alta puede ayudar a desarrollar la empatía y la comprensión de otras perspectivas. Los libros proporcionan la oportunidad perfecta para iniciar conversaciones sobre raza, discapacidades, tipos de cuerpos y más al identificar juntos lo que vemos en las imágenes. Cuando les leemos a nuestros bebés y niños pequeños, también les estamos ayudando a prepararse para tener éxito en la escuela. De acuerdo con la Oficina de la Infancia (Children’s Bureau), “La lectura temprana es una verdadera oportunidad individual para que los niños se comuniquen con sus padres y los padres se comuniquen con sus hijos. Les permite a los niños aumentar sus habilidades de vocabulario con exposición a palabras nuevas y habilidades de escucha que desarrollan al escuchar a alguien leerles y que se convierten en parte esencial de su éxito académico”.
Naturaleza
La Academia Estadounidense de Pediatría alienta a las familias a pasar tiempo al aire libre “porque el juego al aire libre está vinculado con la salud, bajos niveles de estrés y un mayor bienestar mental entre los niños”. Reunirse con otras familias en un parque o andar juntos en bicicleta por un vecindario puede ayudar a desarrollar en los niños su amor por la naturaleza. La variedad en el entorno permite que los bebés desarrollen su comprensión del mundo. Cuando combinamos eso con una conversación, identificar lo que los bebés están viendo, describir la cola peluda de la ardilla, etc., los bebés desarrollan su vocabulario y conexión con un lugar.
Guardar las tarjetas didácticas y los DVD de Baby Genius para convertirse en el/la compañero(a) de aprendizaje de su hijo(a), al hablar, jugar y leerle libros de manera natural e intuitiva, ayudará a garantizar que su bebé se vuelva más inteligente, feliz y saludable desde un punto de visto emocional. ¡Además, usted se divertirá mucho más sobre la marcha!”
El Dr. Stephen Camarata
Por Megan McQueen. Traducción al español por IRCO’s International Language Bank.
Megan McQueen es una cariñosa maestra, entrenadora, consultora y escritora. Basa su trabajo en la educación empática, para lo cual imparte un fuerte sentido de comunidad y habilidades sociales a aquellos con quienes trabaja. Megan prioriza el aprendizaje emocional y las habilidades de resolución de problemas. Cuando no está trabajando, lo más probable es que esté jugando con su esposo, sus dos hijos y su perrito.
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