El FBI ha publicado hoy un informe realizado sobre Steve Jobs en 1881, cuando el empresario fue propuesto para un cargo en el Gobierno del expresidente George H. W. Bush. El fundador de Apple, que presidía entonces la empresa de tecnología NeXT, se hubiera convertido en asesor sobre comercio internacional para el presidente y, como cualquier otro candidato, debía someterse a las indagaciones de las autoridades.
“Varios individuos pusieron en duda la honestidad de Jobs afirmado que retuerce la verdad y distorsiona la realidad para conseguir sus objetivos”, dice el informe, que también detalla las denuncias pendientes contra Apple, que Jobs fue víctima de una amenaza de bomba en 1985, y cuestiona las cualidades del empresario para ocupar un puesto en la Casa Blanca. El documento consta de 191 páginas e incluye desde entrevistas realizadas por agentes del FBI a Steve Jobs, declaraciones de empleados y personas cercanas a él, hasta su historial familiar y laboral.
Como aspirante, Jobs respondió a preguntas como si había incumplido algún código ético profesional o le habían denunciado ante un juez por ello, si había sido candidato a algún puesto político anteriormente y si formaba parte de una organización que discriminara en contra de personas por su sexo, raza o religión. A todas estas cuestiones contestó que no. El fundador de Apple tampoco se había declarado nunca en bancarrota, ni tenía préstamos que devolver y no pertenecía a un grupo comunista ni había intentado derrocar al gobierno. Citando a un compañero de Universidad cuyo nombre ha sido ocultado por el FBI, el agente indica que “Jobs consumió drogas ilegales como marihuana y LSD en su época de estudiante”, — algo que corroborarían varias personas más – “a finales de los 60 y principios de los 70, como miembro de aquella generación. Otras fuentes afirmaron que en el momento de la investigación, Jobs “sólo bebía un poco de vino”. El informe incluye también su historial familiar, la identidad de sus padres adoptivos, su primera hija nacida fuera del matrimonio y su experiencia laboral hasta la fecha.
En uno de los apartados del texto, el FBI llega a detallar las dificultades de un agente especial para concertar una entrevista con Jobs. Era el 21 de febrero de 1991, el empresario presidía NeXT, y a pesar de las llamadas telefónicas a su secretaria, el agente se encontró con que estaba disponible durante tres semanas y que “no podía verle ni siquiera para una hora”. Las entrevistas tendrían lugar en el mes de marzo y su contenido fue enviado desde San Francisco a la Casa Blanca.
Extracto del informe redactado por el FBI sobre Steve Jobs.
La investigación del FBI llega a incluir detalles del reportaje que le dedicó la revista TIME en 1983, para describir su carácter “superficial y cruel” en las relaciones personales. Otra fuente añadió que “no tenía vida personal por su narcisismo y superficialidad” y que el éxito alcanzado dentro de Apple le había costado su “integridad y honestidad y le hacía distorsionar la realidad”. Otro amigo de Jobs afirma que su ambición había enfadado a muchos trabajadores de la compañía.
El estilo de vida de Jobs, así como su filosofía, forman parte del informe, que cita el cambio experimentado por él después de su viaje la India, “aparentemente, alterando a su vida personal para mejor”. Una de las fuentes de todas las críticas al carácter de Jobs, todos los entrevistados acaban recomendando la inteligencia, visión y energía del creador del imperio Apple “un hombre de carácter fuerte, tenaz y trabajador”, cualidades por las que creían que había conseguido tal éxito, aunque no suficientes como para lograr un puesto en la Casa Blanca.