Mi viaje a Australia es parte de un proyecto más amplio para identificar los “buenos” microbios asociados con los corales. Puede parecer extraño al principio hablar sobre bacterias y virus “buenos”. Nos enferman y estropean nuestra comida, y constantemente estamos intentando deshacernos de ellos con jabón de manos anti bacteriano. Desde que los científicos comenzaron a describirlos, nos hemos enfocado en gran medida en estos microbios “malos”, por razones perfectamente legítimas. Es (relativamente) fácil hacer una asociación entre una enfermedad y la bacteria extraña pero abundante que pulula en una persona enferma. También es natural estudiar como funciona con el fin de detenerla. Por otro lado, las bacterias que solo parecen pasar el rato en las personas sanas no parecen muy interesante. Como resultado, cuando hablamos de microbios, tendemos a olvidar la vasta mayoría de ellos, que no causan enfermedades. Y si ellos no nos dañan, entonces ¿por qué importa siquiera si nos olvidamos de ellos?
La respuesta es que muchos microbios descartados como holgazanes son de hecho miembros obreros de la comunidad conocidos como el holobionte. Este término para la combinación del huésped y todos los microbios asociados reconoce que la fisiología y evolución de todos los miembros de tal comunidad están unidos entre sí de una manera altamente compleja y estable. Sólo recientemente hemos empezado a apreciar justo tan importante que puede ser el microbioma. En varias plantas y animales, ellos producen nutrientes esenciales, ayudan en la digestión de la comida, compiten con los patógenos, interactúan con los sistemas inmune y nervioso, y incluso señalan a procesos del desarrollo. Sin microbios, nosotros los ‘macrobios‘ tendríamos que ser muy diferentes. En retrospectiva, esto no debe ser sorprendente. No hay prácticamente ninguna superficie sobre la Tierra que no esté de manera natural cubierta de vida microbiana, y los organismos más grandes evolucionaron en este contexto. Si una “función” requerida para la vida animal ya se lleva a cabo por los microbios, no hay razón para evolucionar los mecanismos otra vez para hacerla por tu cuenta.
Una bacteria que esta cansada del mal trato que se le dio en el pasado: Helicobacter pylori. Está presente en el tracto digestivo de alrededor de la mitad de las personas en el mundo. Inicialmente conectada con las úlceras estomacales y por consecuencia propuesta para la erradicación, H. pylori es ahora sospechada de conferirnos beneficios por modo de preparando nuestro sistema inmune y reduciendo las enfermedades autoinmunes como el asma. Es posible que los ambientes estériles del mundo desarrollado han llevado a los incrementos de estas enfermedades debido a la pérdida de éste y otros microbios de nuestros cuerpos. No quiere decir que no esté también involucrado en la creación de úlceras. Justo demuestra que hay otros factores involucrados, y la eliminación de las bacterias de nuestras vidas podría tener consecuencias nocivas imprevistas. Piénsalo de esta manera: no puedes coger cáncer de pulmón si no tienes pulmones, pero quiere decir eso que ¿los extirpamos? Imagen de Wikipedia.
¿Como relaciona esto a los corales? Bien, cambios ambientales en la temperatura del agua, niveles de nutrientes, o comunidades de peces pueden llevar a cambios en las funciones a ser realizadas por la comunidad microbiana, y pensamos que esto puede ser parte de la razón por la que estamos viendo aparecer enfermedades extrañas alrededor del mundo. El mejor ejemplo que ya sabemos de él es el fenómeno conocido como el blanqueamiento del coral. Como mencioné en una entrada anterior, los corales forman una asociación íntima con las algas unicelulares que se llaman Symbiodinium. Esta asociación, o simbiosis (por lo tanto el nombre del alga), ha existido por tanto tiempo que la mayoría de los corales simplemente no pueden vivir sin sus algas. Sin embargo, cuando la temperatura del mar de eleva, la escorrentía contamina el agua, o los corales llegan a estresarse de otro modo, las algas son expulsadas a menudo de los tejidos de los corales. Porque la Symbiodinium es en realidad la fuente de la mayoría de los colores de los corales, el tejido del coral se queda blanco, o blanqueado, después de ésta expulsión. En este estado blanqueado, el coral se vuelve aún más estresado, y finalmente muere si la simbiosis no se restablece.
Un coral saludable (si ligeramente sedimentado)
Un coral blanqueado (el mismo individuo, tres meses antes)
El blanqueamiento del coral es un caso interesante de enfermedad causada por la falta de un microbio, y creemos que hay otros casos similares esperando a ser descubiertos. El gran tamaño de las células y de la población de Symbiodinium, más su notoria coloración, hacen su ausencia más perceptible en arrecifes de mala salud. Pero los microbios que estamos buscando son mucho más sutiles. Por alguna razón, ellos se esconden en la multitud. Ningún factor medioambiental cambiará el hecho de que cientos a miles de especies de bacterias se asocien con el coral en cualquier momento dado. Y aunque muchas de ellas son algo transitorio, eso no quiere decir que ellas no estén realizando una función importante. A menudo la bacterias que están casi totalmente sin relación pueden ocupar el mismo papel en una comunidad. Si dos bacterias pueden cada una proporcionar al mismo nutriente o ahuyentar a los mismos patógenos, la falta de sólo una de ellas no afectará a la salud del coral. Así que necesitamos usar algún análisis difícil para desenredar de todo esto. ¡Entraré en los detalles en otro momento para esos valientes lectores!
La primera etapa de esta investigación, aunque, comienza con colecciones de muestra. Y aunque es trabajo difícil y estresante, pienso que soy el hombre para el trabajo!
Alguien tiene que hacerlo
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